¿Ha pensado en mantener una relación sexual con su pareja donde se pueden tener varios tipos de sensaciones?.¿ Sensaciones que pueden ser descritas como pequeños orgasmos por el cuerpo, o incluso como una ola continua de intenso placer, o tener u hiperorgasmo?.
Nos estamos refiriendo al llamado sexo tántrico. Seguramente usted ya habrá oído hablar de él, pero en muchas ocasiones lo conocemos de una forma distorsionada por el sentido común, o muy superficialmente.
Lo principal en el sexo tántrico es no tener prisa, que las personas puedan estar horas haciendo el amor.
Pero veamos de forma más detallada en qué consiste el sexo tántrico y lo que este le puede proporcionar a las personas.
El Neo Tantra, como es popularmente conocido, es básicamente, la trasformación del sexo en amor, y ese amor en meditación.
Muchas veces, el Neo Tantra se percibe como una religión, aunque eso no es verdad. Lo que sí puede ser considerado es como un estilo de vida donde las personas involucradas ven el camino de la totalidad, de la entrega, de la conciencia, de la aceptación, que consecuentemente les va a llevar a una total confianza en sí mismos, y que es el punto culminante de hacer sexo, o, mejor, el amor.
El origen del sexo tántrico viene de la tradición esotérica india y desde los tiempos más remotos su práctica está destinada a elevar la mente humana, llevando a sus practicantes a un estado superior de conocimiento, de conciencia y de naturalidad.
Según las escuelas tántricas “sus prácticas están ligadas a las creencias y rituales de sexo y fertilidad desde el período neolítico y su meta es la expresión de la liberación personal que se extiende desde la personalidad hasta la percepción consciente , consiguiéndose un estado de éxtasis indescriptible”. Los hindúes creían que era posible una perfecta armonía física y mental entre las parejas.
Para ellos, hay algunos elementos imprescindibles, como los abrazos, besos, mordiscos, masajes, caricias.... Estos son los elementos más importantes en los juegos amorosos y no deben ser usados sólo en la fase preliminar que antecede al acto sexual, sino también durante y después de él, ya que el objetivo del sexo tántrico es llevar a los amantes al éxtasis con los cinco sentidos. El Neo Tantra no se interesa por las filosofías y sí por la existencia real.
En ello está envuelta su actitud, que es más importante que cualquier acto sexual en sí. No importan las variaciones, las posturas acrobáticas. Lo que más importa es que las personas se entreguen totalmente, pues siendo de esta manera, los cuerpos ardientes de deseo sólo asumirán una posición de sabiduría, haciendo su actitud, todavía más significativa.
A veces somos presos de conceptos como hacer sexo correctamente, de cómo tener orgasmos múltiples, de cómo enloquecer a la pareja en la cama. Todo esto se deja de lado en el sexo tántrico, pues lo que se aprende con él es que no hay maneras erróneas de hacer el amor, de entregarse, ni tipos de orgasmos mejores. La persona aprende en confiar en ella misma y a desarrollar su propia forma de vivir la sexualidad y deleitarse con el acto de hacer el amor.
Lo que pasa muchas veces en las relaciones comunes, es que el placer se siente de forma más intensa pero con poca duración, y después el cansancio que llega con la relajación de los cuerpos, principalmente en el hombre.
En el sexo tántrico, en vez de llegar rápidamente al éxtasis, los implicados prolongan el orgasmo, consiguiendo incluso permanecer con vitalidad y energía después del acto sexual.
Lo interesante del Neo Tantra es, precisamente, la transformación que el cuerpo sufre y que cada parte del cuerpo es considerada como si fuese una prolongación del órgano sexual. De allí los conocidos “choques”(orgasmas) sentidos por todo el cuerpo por algunos adeptos del Neo Tantra.
A.S.
Sexóloga